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Marie Chytilová (1882-1959)

Soy Marie Chytilová y mi ambición fue pintar... hasta que me convertí en la esposa de Alfons Mucha. Aunque muchos me califican como su musa, pocos recuerdan que administré su taller en el castillo de Zbiroh durante veinte años. -Marie Chytilová en el estudio de Mucha en París en 1903, Getty - Vine al mundo el 3 de octubre de 1882 en Plovdiv, Bulgaria, donde viví hasta que falleció mi padre, fiscal general en la Corte Suprema. En 1892 me mudé a Chrudim. Luego me matriculé en la Escuela de Artes Aplicadas de Praga.  Alfons y yo nos conocimos formalmente en 1903 en París. Yo había llegado a la ciudad acompañada de  mi familia, pues mi tío Karel Chytil había accedido a costear mi sueño de tomar lecciones de arte del maestro Mucha, que impartía clases en la Academia Colarossi.  Alfons Mucha | Retrato de Marie Chytilová | 1903 La clases se alargaron durante un año. Y fue entonces, gracias al trato cotidiano, cuando Alfons posó sus ojos en mí y pude ver correspondidos mis s...

Marie Paradis (1778 – 1839)

Soy Marie Paradis y, aunque mi nombre no os suena de nada, fui la primera mujer en ascender el Mont Blanc, por lo que soy considerada la primera alpinista de la historia.  -Retrato de Marie Paradis en 1830, autoría desconocida- Yo vivía en Chamonix, en el reino de Cerdeña, donde trabajaba como sirvienta.  Cuando naces en el más abrupto corazón de los Alpes, la montaña es una amiga más y esa amistad te marca la vida, como te marca la precariedad. Por eso, cuando supe que Jacques Balmat se habían propuesto guiar un nuevo ascenso a la cima del Mont Blanc, me sumé sin pensarlo. Me convertí en la séptima integrante de la expedición y escribí la primera página en la historia del alpinismo femenino al alcanzar la cima el 14 de julio de 1808.  Dicen que las últimas etapas de mi aventura me resultaron tan duras que en la cima sufrí problemas pulmonares, agotamiento y la pérdida del habla y la visión. Nada dicen de ascender una montaña embutida en un vestido de época y calzando za...

Emilie Flöge (1874-1952)

Soy Emilie Flöge y, a pesar de mi fructífera carrera como diseñadora, la historia me ha relegado a mera "musa de Gustav Klimt". -Fotografía de Emilie Flöge en 1909, unregardoblique.com - Vine al mundo el 30 de Agosto de 1874 en Viena. Fuí la cuarta hija de Barbara y Hermann Flogë, un ebanista que prosperó gracias a las pipas de espuma de mar. Tenía dos hermanas, Pauline y Heléne, y un hermano, Hermannn. A Gustave me unía una relación de parentesco, pues 1891 mi hermana Heléne se casó con Ernst, hermano Gustave. Heléne y Ernst tuvieron una hija, que llamaron también Heléne. Por desgracia, mi hermana enviudó un año más tarde, por lo que Gustav se convirtió en tutor y protector de su pequeña sobrina. Corría el año 1892; yo tenía 18 años y Gustav, 30. A partir de ese momento, Gustav se convirtió en una parte importante de mi vida, así como yo de la suya. Retrato de Emilie Flöge con 17 años (1891) | Gustav Klimt | Colección privada Me inicié en la costura en 1895, en la escuela ...

Nellie Bly (1864-1922)

Soy Nellie Bly y, aunque muchos han olvidado mi nombre, Elizabeth Jane Cochran, fui la pionera del periodismo de investigación y del periodismo encubierto. Nací el 5 de mayo de 1864 en Pensilvania, en Cochran's Mills, un pequeño pueblo que lleva el nombre de mi padre, el juez Michael Cochran. Mi familia estaba bien situada. Sin embargo, Mi padre murió cuando yo tenía 6 años, lo que nos sumió en muchas dificultades económicas. Mi madre se volvió a casar; ella cuidaba de la casa y de sus hijos e hijastros; pero pronto comenzamos a sufrir los abusos de mi padrastro. Mi madre se divorció al fin en 1880 y nos mudamos a Pittsburgh, donde empezamos a acoger huéspedes para poder pagar las cuentas. Por supuesto, yo tuve que abandonar mis estudios y mi ambición de ser maestra para empezar a buscar trabajo. Entonces, un día de 1885, todo cambió. En el "Pittsburgh Dispatch" leí un artículo titulado "Para qué sirven las chicas", en el que su autor criticaba nuestras intenci...

Virginia Clemm (1822-1847)

Soy Virginia Clemm y puede que me conozcáis, en todo caso, por mi escandaloso matrimonio con mi primo Edgar Allen Poe. Algunos dicen que me escondo detrás de Annabel Lee y obras como "Eleonora", "Lenore" y "Ulalume". Conocí a Edgar en agosto de 1829, cuando pasó por nuestra casa de camino hacia West Point, donde iba a inscribirse como cadete. En aquel momento yo era una cría de 7 años y vivía con mi madre, mi hermano Henry y mi abuela Elizabeth. Como cabía esperar, mi primo Eddy no soportó bien la disciplina militar de West Point y, tras ser expulsado, regresó a Baltimore, donde retomó su empeño de vivir de la escritura. En 1833 se vino a vivir con nosotros; en aquel momento él tenía 24 años y yo, 11. Creo que fue junto a nuestra familia cuando pudo Edgar al fin silenciar ese sentimiento de orfandad que lo había acompañado desde la infancia; de hecho, creo que fue aquel sentimiento de pertenencia el que hizo que toda nuestra vida cambiase.   La abuela Eli...

Caroline Bommer (1793-1847)

Soy Caroline Bommer y, aunque no aparezco en los libros de Arte ni en los de Historia, estoy detrás de todos y cada uno de los lienzos de Caspar David Friedrich. Si bien, él nunca me retrató; a lo sumo, me incluyó en algún lienzo deambulando por la casa, de espaldas, en penumbras, a lo lejos... Mi familia y yo conocimos a Caspar a principios del siglo XIX, no recuerdo la fecha exacta. Lo que sí  recuerdo es que mi padre aún estaba vivo. Mi padre, Christoph Bommer, falleció en 1807, cuando yo tenía sólo 14 años. Caspar y yo nos comprometimos en 1816. En ese momento yo tenía 23 años y Caspar, 42. Nos convertimos en la comidilla de nuestro entorno, no tanto ya por nuestra diferencia de edad como por el carácter de Caspar, el hombre mas huraño, melancólico y solitario del mundo, al que algún conocido estimó como un ser incapaz de soportar un matrimonio.   Caroline Bommer Friedrich, retratada por Traugott Leberecht Pochmann (1824) A pesar de todo, Caspar y yo nos desposamos tr...

Queridas amigas.

¿Dónde están las mujeres? ¿Dónde están las pintoras, las poetas, las escritoras, las científicas, las aventureras, las revolucionarias? "Están en los libros" dirán ustedes levantando una ceja, rozando acaso el hartazgo. Sin embargo, yo apenas conozco un puñado de ellas, casi todas hijas de la modernidad, a la que otorgué el mérito de dar a la mujer espacios más relevantes a partir del siglo XIX.  Estudio para 'El banjo', c.1894 | Mary Cassatt | Museum of Fine Arts Boston. Asumí que la Historia, en su desarrollo natural, fue la que permitió que la mujer emergiese a la esfera pública y accediese a las Universidades, las Artes, la Política, etcétera. Nunca me pregunté qué hicieron las mujeres hasta entonces; a lo peor supuse que todas ellas eran las felices esposas, hermanas y madres de los grandes hombres que habían escrito la Historia y que todas ellas asumieron instintivamente ese rol con alegría y docilidad.  Sea como fuere, nunca puse en tela de juicio los libros, l...