Soy Carolina Coronado y, aunque los libros de literatura no hablan de mí, fui una destacada escritora del romanticismo español. Formé parte de la Hermandad Lírica y escribí sobre todo poesía y novelas, aunque también me atreví con el teatro y el ensayo. Vine al mundo el 12 de diciembre de 1820, en el número 6 de la Plaza de Abastos (hoy Plaza de Espronceda) de la localidad pacense de Almendralejo, aunque mi familia se mudó a Badajoz cuando tenía yo 4 años. Mi padre era Nicolás Coronado Gallardo y Cortés y mi madre, María Antonia Eleuteria Romero de Tejada y Falcón . Crecí en el seno de una familia acomodada e ideales liberales, aunque sólo hasta cierto punto, ya que la educación que recibimos mis hermanas y yo se limitó a la tradicional para las niñas de la época: piano, costura, bordado, labores del hogar... Sin embargo, mi inquietud por la Literatura era mucha, tanta que me adentré a solas en la lectura de los maestros, cuyas obras devoré a escondida durante mucho tiempo, robando t
Soy Luisa de Carvajal y Mendoza y, aunque no reconozcáis mi nombre, fui una de las más celebres poetas místicas de España y adalid de la causa católica durante la persecución anglicana. Vine al mundo en la cacereña villa de Jaraicejo, el 2 de enero de 1566, en una casa palacio de la calle Talavera, en el seno de una familia noble. Mi padre era Francisco de Carvajal y mi madre, María de Mendoza, mujer piadosa y temerosa de Dios y hermana de Francisco Hurtado de Mendoza, a la sazón conde de Monteagudo y marqués de Almazán. Nací siendo la primera niña de la familia tras cinco varones, de los que sólo sobrevivía uno de ellos en el momento de mi nacimiento. No pasé demasiado tiempo en mi localidad natal, pues pronto destinaron a mi padre a León como corregidor. De aquellos días recuerdo la devoción que por mi madre albergaba y el padecimiento que significó su pérdida, pues falleció víctima del tifus cuando yo sólo tenía seis años. Poco después la siguió mi padre, que también contrajo la enf